La placa bacteriana es una capa de bacterias que se forma constantemente en los dientes y en las encías a causa de la acumulación de restos de comida, saliva y demás fluidos.
Si no se tiene constancia en el cepillado y el uso del hilo o irrigador dental, la placa bacteriana se forma, se endurece, se calcifica y se convierte en sarro. Las bacterias acumuladas producen ácidos que atacan al esmalte y a las encías, y por eso son las que causan la caries y las enfermedades en las encías.
TRATAMIENTO Y PREVENCIÓN
- Cepíllate con una pasta dental antibacteriana, específica para combatir las bacterias.
- Usa un cepillo dental de calidad. Si es eléctrico mejor, o sino uno de cerdas suaves para que no dañe las encías. Recuerda cambiar de cepillo o de cabezal cada 3 meses. Sigue la técnica de cepillado correcta (en otro post explicamos cómo).
- Limpia tu lengua tras el cepillado. Para ello, puedes usar un raspador lingual.
- Usa el hilo dental o el irrigador dental al menos una vez al día.
- Cepíllate los dientes exhaustivamente después de cada comida, al menos dos veces al día durante 2 minutos cada uno.
- Disminuye la ingesta de alimentos con azúcar o ricos en almidón.
- Hazte una limpieza dental profunda y exámenes dentales cada 6 meses.